Mito y ritual

Los instrumentos intelectuales de la actividad religiosa, son los mitos y el ritual. Aunque en los últimos tiempos, se ha variado el significado tradicional de la palabra "mito" hasta equipararlo con algo "falso", un mito es un relato que pone su acento sobre verdades que no pueden ser expresadas de otro modo. Hay quienes piensan que el lenguaje de la ciencia tiene un límite a la hora de hablar sobre el amor o el sufrimiento, por ejemplo, y es en esta falencia donde el discurso mítico aparece como un recurso narrativo que cubre la necesidad de expresión de los hombres frente a lo desconocido o inexplicable. Los mitos situan las biografías individuales y los acontecimientos locales dentro de un contexto y de un relato mucho más amplio otorgando a ambos un mayor sentido y significación. A menudo, los mitos pueden dar explicaciones del ritual, pero los rituales pueden ser a su vez, independientes del mito.

Los rituales son acciones repetidas de un modo regular y predecible, creando de este modo, un orden en el modo errante en el que corre el tiempo "regular". Así, los ritos puede ser absolutamente seculares (como por ejemplo, el inicio de los juegos olímpicos) pero también pueden ser extensivos a una creencia religiosa.

Existen ritos de pasaje, por ejemplo, que señalan el modo en que los individuos deben atravesar momentos significativos de sus vidas y otros, que birindan protección frente a las amenzas del mundo. Hay ritos inicáticos, sacralizadores, socializantes (marcan la unión del individuo a un grupo), otros que trantan de efectivizar un cambio o expresar algún significado.

El ritual es el lenguaje efectivo a través del cual las esperanzas y los temores humanos se articulan y permiten estrucutrar la posibilidad de cambio y renovación de la vida mundana.