"Demasiado a menudo creen, y los miembros del Opus lo piensan así, que al separarse de esta fuente de gracia se ponen a sí mismos fuera de esta institución de inspiración divina e inalterablemente perfecta, y están destinados a condenarse eternamente."
La pertenencia a grupos religiosos cerrados generalmente se caracteriza por potenciar los vínculos internos a través de una suerte de supertición que se retroalimenta por un círculo de personas que repite una misma "verdad" con tanta convicción que un pensamiento en contrario parece definitivamente desubicado.
Si estando en unos de estos grupos, por momentos, uno se abstrae de la escena... verá que todos se dan la razón entre sí, creando un clima de fraternidad "virtual" que no es tal puesto que la unica verdad dominante es una suerte de transe placentero en la que se suspende el juicio crítico de manera inexplicable aún en personas muy inteligentes.
Y agrego, que la creencia en la "perdida de gracia o protección" pesa sumando a la duda en el momento que el sujeto se plantea el problema de la libertad: ¿Soy realmente libre eligiendo una subordinación de mi voluntad ante mi superior?