Hesicastas

Los hesiscastas aparecen entre los siglos XII y XIV como un movimiento monástico en la Iglesia Ortodoxa.

El hesicasmo fue un movimiento que buscó alcanzar un estado de soledad y quietud. Los hesicastas practican ayunos y mortificaiones, con contemplaciones en las que se repiten oraciones al ritmo de la respiración procurando una mejor concentración.

Los monjes hesicastas oraban con la cabeza baja, en ocasiones completamente denudos permaneciendo días enteros en la misma posición. Se trata de una tradición fomentada por los monjes del Monte Athos que renació a partir del siglo XVIII por la publicación de de Ficolia, editada por san Macario de Corinto y san Nicodemo de la Montaña Santa.